jueves, 9 de mayo de 2013


Cortázar para cronopios venezolanos
José Julián Villalba Guerra

Es impresionante como a veces vas dándole vueltas a un tema, a un problema, y de repente te topas con respuestas o mensajes que parecen estar ahí solo para confirmar tus pensamientos o hacerlos más claros, más vívidos, más diáfanos. Seguro que si me dedicara al ciclismo estas reflexiones serían sobre grafitis dejados en alguna pared o sobre el grito de algún viejito en las calles, pero como soy un lector ávido y promiscuo, estas respuestas o mensajes provienen de autores admiradísimos o incluso desconocidos.

Me ha pasado con el Che, ¿a quien no?, con el Chino Valera Mora, Hugo Chávez, Juan Gelman, Tanizaki, Raúl Cazal, Pedro Chacín y muchos otros (lo promiscuo ha quedado demostrado). En otro momento nos ocuparemos de ellos, ahora vamos a hablar del Gran Cronopio o el Cronopio Mayor.

Leer a Cortázar es un vacilón. Me encanta la manera en que juega escribiendo, las historias mas sencillas se convierten en un juego de palabras y letras en las que el contenido y la forma se articulan transgresoras para construir sentidos por el puro goce. Lo imagino riendo y disfrutando de sus locuras.

En estos días, en que Famas se disfrazan de Cronopios, burgueses disimulan su condición y sus intenciones y la derecha más abyecta lanza discursos reivindicadores de cosas que ni siquiera entiende, contimenos comparte, tropezarse con la estrafalaria lucidez de Cortázar hace que a uno le entre como un fresquito en el alma.

Son dos libritos pequeños, se titulan Ultimo Round, y constituyen una recopilación de poemas, fotos, dibujitos, comentarios, cuentos cortos, cuentos locos, cuantos locos, cosas maravillosas entre las que encontramos esta:

Ecuménicos sine die

Les bourgeois c'est comme les cochons,
Plus que ca grandit, plus que ça devient con. (1)
Canción francesa

-No señor -decía Polanco indignado-, jamás entenderé que insulten así a los burgueses. Si te fijás bien, son los auténticos ciudadanos del mundo. ¿Cómo que no? Un burgués venezolano, uno español, uno francés y uno de Arabia Saudita están mucho más unidos que un comunista chino, uno peruano y uno ruso. Estos serán todo lo comunistas que quieras, pero el más acérrimo nacionalismo los separa para siempre. En cambio los burgueses tienen una sola patria que es la burguesía, y dentro de ella la distribución de los muebles es idéntica: aquí la guita (2), aquí la religión, allí la moral sexual, más allá la camisa a rayas. No les falta más que hablar en latín para mantener viva esa universalidad tan añorada que según parece había en la Edad Media, pero ahora con las máquinas de traducir, Mac Luhan y el inglés en veinte lecciones pronto no va a haber problema, pibe.”

(1) Traducción: Los burgueses son como los cerdos, a medida que crecen se vuelven más estúpidos
(2) Traducción: La plata, el dinero.

Julio Cortázar
Ultimo Round, Tomo 2, pág. 152. Siglo Veintiuno Editores, 2009.

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